Reforma laboral; ampliación de los años de cotización a la seguridad social y de la edad de jubilación; perdidas de los derechos sociales y económicos de los trabajadores son algunos de las agresiones que hemos sufrido los asalariados en este ultimo año.
Quien gobierna se ha plegado a los intereses de la banca y multinacionales y ha abandonado a las clases sociales de los trabajadores para ello ha contado con el beneplácito de los denominados sindicatos mayoritarios CCOO y UGT. La huelga general del 29 de septiembre no supuso más que un “paripé” que en vez de ser el inicio de unas movilizaciones serias por el rechazo a dichas agresiones, no fue más que un hecho aislado y la cesión ante los intereses de la Europa de los mercaderes.
En la política económica se demuestra, que quien manda son los poderosos de siempre y el Gobierno se dedica a obedecer, inyectando dinero publico en la banca y por otro lado a ejecutar políticas regresivas a través de reformas, que afectan a la reducción permanente de los puestos de trabajo y el poder adquisitivo de los asalariados.
La crisis económica que padecemos y sufrimos ha sido provocada por la voraz avaricia del capital, en su único objetivo irracional de amansar fortunas a consta de quien sea, a la cual, se han sumado algunos politiquillos de turno, por medio de operaciones ilegales y del pelotazo inmobiliario en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas. Todo un mal ejemplo para la clase política que en vez de defender los intereses de la población se dedican a hacer negocio personal,
El número de parados ronda los cinco millones de personas, lo cual sitúa al estado español en un 19,5% sin empleo, dentro de la población activa y como país dentro de la Unión Europea en el vagón de cola, una constante que viene manteniendo y aumentando en los últimos años, a pesar de que por parte del Gobierno se creen permanentemente falsas esperanza de recuperación de empleo, siendo los jóvenes los mas castigados. Esto ha traído consigo un mayor empobrecimiento en la población y hoy la devolución de hipotecas que no se pueden pagar, forman parte del mapa social, lo cual acrecienta el número de personas, que están en el umbral de la pobreza.
En lo que nos atañe más directamente como es el sector naval, se constata el abandono paulatino del mismo por parte del Gobierno, no hay un apuesta real y firme como segmento generador de empleo y de riqueza social en este país. Los hechos cantan y vemos como cada día se cierran más astilleros. La carga de trabajo necesaria para subsistir, no se contrata ni se apuesta por ella, tanto en el sector publico como privado, salvo alguna contratación, con la que tratan de justificarse y de paso apaciguar a los trabajadores, para que no salgamos a la calle a reivindicar carga de trabajo.
Este 1º de mayo debe de servirnos para denunciar y proclamar nuestra oposición a las políticas neoliberales, rechazando las medidas regresivas del Gobierno (reformas etc.) y a seguir apostando por una sociedad más justa con un mayor reparto de la riqueza, que favorezca a las clases más pobres; que cree empleo y permita vivir en unas condiciones mas dignas a la población.
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